Mario Galeano (Frente Cumbiero) meets La Escuelita del Ritmo

“Qué belleza conocer otra esquina de Latinoamérica y además a través de un proyecto musical tan fascinante como el de La Escuelita del Ritmo”, nos contaba Mario Galeano al concluir las sesiones de grabación durante varios días en el mes de octubre de 2022 junto a los artistas de la comunidad de Portobelo, un rincón mágico en el Caribe de Panamá donde Gladys Palmera impulsa este proyecto para el cambio social a través de la música.

“Portobelo tiene una riqueza desbordada, acá hay un potencial inmenso”

“Portobelo tiene una riqueza desbordada, acá hay un potencial inmenso”, confesaba el artista colombiano, una de las grandes figuras de la música alternativa en Latinoamérica durante el nuevo siglo como líder de Frente Cumbiero, entre otras formaciones en las que rescata las músicas ancestrales desde una óptica moderna.

Residencias artísticas Gladys Palmera

Durante su trabajo en La Escuelita del Ritmo, dentro de las residencias artísticas impulsadas desde Gladys Palmera para visibilizar la cultura de Portobelo y conectarla con otras sensibilidades a través de las grandes figuras de la música latinoamericana actual, Mario Galeano compartió saberes y ritmos con varias agrupaciones locales.

Por un lado, la comparsa Barrio Fino y su sonido callejero vinculado a la celebración del Carnaval; por otro, las agrupaciones tradicionales de los congos formadas por las voces de las cantaoras y el hipnótico ritmo de los tambores, además de la banda Rucumbé con sus melodías inspiradas en ritmos como la salsa y el calypso herencia de Lord Cobra (uno de los calypsonians pioneros en Panamá). Proyectos todos ellos que unen a varias generaciones y conectan la herencia sonora de África con los sonidos actuales de Latinoamérica.

Tradición desde una óptica contemporánea

“La tradición está para apropiársela, meterla en el bolsillo propio y a partir de ahí crear un nuevo discurso”, defiende Mario Galeano, confiado en que “van a suceder cosas fascinantes” muy pronto en la música de Portobelo a través de esa idea de llevar hacia lo contemporáneo la riquísima tradición del Congo, una cultura reconocida por la Unesco con la que ve muchas similitudes con el bullerengue de su país. “Estas conexiones demuestran que existe una hermandad entre las costas Caribe de Panamá y Colombia”, dice.

Bajo su punto de vista, estos intercambios culturales son muy enriquecedores no sólo por el material que pueda salir de las grabaciones (“estoy muy ilusionado”, dice al respecto) y el impacto que este pueda tener para dar a conocer la música de Portobelo, sino especialmente para la propia comunidad. “El objetivo es que las canciones que salgan de esta experiencia trabajando con los artistas de La Escuelita del Ritmo motiven a sus familiares y vecinos y que entre todos puedan disfrutarlo y al escucharlo digan: epa, acá sí hay algo que suena a lo que somos nosotros y de lo que sentirnos orgullosos”.

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